Puente la Reina, donde se juntan los caminos

 En dirección a Santiago de Compostela

Puente la Reina
Puente la Reina sería muy diferente a como se conoce hoy en día si no fuera por el Camino de Santiago que, a lo largo de los siglos la ha ido configurando hasta llegar a ser como se la conoce hoy en día. Un camino que, no solo ha marcado el urbanismo de la ciudad, sino que también ha dado lugar a que se construyera el puente que, además de ser la obra más característica, es la que le da nombre a la población.

Puente la Reina es una localidad de la Comunidad Foral de Navarra situada a unos veinte kilómetros de Pamplona, en la llamada Navarra Media. Posee cerca de tres mil habitantes y es uno de los principales hitos del Camino de Santiago.

Puente la Reina

El peregrino que llega a Puente la Reina por cualquiera de los dos caminos que, procedentes de la vecina Francia aquí se unen, lo primero que se encuentra es la iglesia del Cristo. Se trata de un templo románico que alberga en su interior una interesante talla de Cristo Crucificado sobre una cruz en forma de Y.

Una vez cruzada la puerta de la vieja muralla, la larga calle Mayor sirve, no solo de camino para los peregrinos, sino también de eje vertebrador de una localidad que ha ido creciendo a la vera de la ruta compostelana. El ella se encuentran casas solariegas con aires medievales que dan fe de la importancia de la localidad en tiempos pasados.

Puente la Reina

El del Cristo no es el único templo religioso de la ciudad. La iglesia Parroquial de Santiago, también en la calle Mayor, acoge en su interior una talla románica del apóstol. Otros templos son la iglesia de san Pedro, el convento de la Comendadores del Sancti Spiritus de Zubiurrutia y la ermita de San Martín de Gomacin.

Toda la calle Mayor se encuentra jalonada de restaurantes y bares en los que propios y extraños pueden saciar la sed y reponer fuerzas, ya sea para seguir con los trabajos cotidianos o para continuar con el camino.

Puente la Reina

Pero es a la salida de la localidad donde el peregrino, el turista o quien sea que por estas tierras ande, se encontrará el mejor icono de la ciudad. Es el puente románico de siete arcadas con el que se salva el cauce del río Arga que por aquí ya baja muy crecido. Es un puente tan monumental que hasta el nombre de la localidad no se entendería sin él.

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