Partiendo de la Plataforma de Gredos
La ruta que lleva hasta la Laguna de Gredos parte desde la Plataforma, un espacio al final de un camino asfaltado donde se puede estacionar el coche. La Plataforma de Gredos está situada a 1770 metros sobre el nivel del mar. A partir de ahí se inicia una ruta de unos siete kilómetros perfectamente reconocibles que conducen hasta la Laguna de Gredos.
Tras un complicado ascenso, al principio por un camino empedrado, se alcanzan los 2000 metros de altura para después, tras un corto descenso, llegar hasta el borde de la Laguna. Entre dos y dos horas y media puede ser suficiente para la mayoría de los montañeros para completar el recorrido de ida. Luego queda la vuelta que, por aquello de ser principalmente descendente, se completa con mayor rapidez.
El punto más elevado de la ruta es el collado de Los Barredones, a 2200 metros de altitud, en el que, además de unas panorámicas espectaculares, los senderistas pueden ver ejemplares de cabras montesas. Este es un buen punto para descansar y disfrutar del entorno y su flora característica de alta montaña.
La Laguna Grande de Gredos forma parte del Glaciar de Gredos que está vigilado por el Pico Almanzor. Este, con sus 2591 metros de altitud, se alza como el techo del Sistema Central. Junto a la laguna se encuentra el Refugio Elola. En este refugio de montaña se puede comer algo o incluso pernoctar si se ha realizado la correspondiente reserva, especialmente en temporada alta.
Las recomendaciones básicas para realizar esta ruta vendrán determinadas por el periodo del año en el que se quiera realizar. Llevar calzado de montaña y ropa adecuada al clima según la época es algo común para cualquier ruta de estas características. Llevar algo de comida y bebida también es imprescindible para alcanzar el éxito, pues salvo el refugio citado anteriormente, no existe otra posibilidad de avituallamiento externo. Por otro lado, conviene recordar que la ruta de la subida a la Laguna Grande de Gredos es muy frecuentada, pero no por ello hay que pecar de exceso de confianza. No deja de ser un recorrido de alta montaña.
Una jornada dedicada a subir a la Laguna de Gredos bien puede completarse con un merecido descanso en algunos de los numerosos establecimientos hosteleros que abren sus puertas en los diferentes pueblos de la zona. Mención especial quizá merezca el Parador de Gredos, primer establecimiento de la red de Paradores Nacionales que abrió sus puertas en 1928.
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