Lugar con mucho encanto pese a ser poco conocido
La moderna y cosmopolita ciudad de Nantes, en Francia, ofrece al viajero la posibilidad de poder disfrutar del ambiente de un antiguo pueblo de pescadores. Se trata de Trentemoult. Está ubicado en el margen derecho del río Loira, en la orilla contraria a la que se sitúa el centro urbano. Este colorido pueblo no es muy conocido por los turistas, lo cual permite que sus irregulares callejuelas presenten un ambiente tranquilo y encantador.
El río Loira, que atraviesa Francia de Este a Oeste, es mundialmente conocido por los imponentes castillos y lujosos palacios que se levantan a ambos lados de su cauce. Pero el Loira también deja a su paso pequeños pueblos que ofrecen no pocos atractivos. Entre estos podemos señalar a Trentemoult.
Trentemoult es un barrio histórico de la comuna de Rezé. Se trata de un antiguo pueblo de pescadores que ha devenido en un barrio muy pintoresco. La historia de Trentemoult se remonta varios siglos atrás, cuando lo creó una pequeña comunidad dedicada principalmente a la pesca y a otras fuentes de riqueza que aportaba el río Loira. Con el tiempo, su carácter tradicional y su belleza perduró, atrayendo a artistas y visitantes que lo convirtieron en un barrio muy querido por su ambiente bohemio y sus casas coloridas. Hoy en día, Trentemoult combina su historia marítima con un toque moderno, siendo un lugar perfecto para pasear, disfrutar de la gastronomía local y admirar sus vistas sobre río.
La opción más sencilla para llegar desde el centro de Nantes a Trentemoult es tomar el ferry o transbordador que cruza el río Loira. Este servicio de ferry es frecuente y ofrece una travesía agradable con bonitas vistas del río y la ciudad. El embarcadero principal en el centro de Nantes está cerca de la estación de tren y del centro histórico, y desde allí se puede tomar el ferry que te lleva directamente a Trentemoult en apenas unos minutos.
El encanto del barrio de Trentemoult le viene dado por sus casas coloridas, pequeñas tiendas y un ambiente muy acogedor. Es un lugar perfecto para pasear, disfrutar de la tranquilidad y admirar las panorámicas del río. Los amantes de la gastronomía, encontrarán varios restaurantes y cafés acogedores en los que se pueden probar platos típicos. Sin duda, vale la pena visitarlo para experimentar el lado opuesto a la ciudad de Nantes.
Trentemoult no es tan conocido como otros lugares turísticos de la capital del País del Loira como pueden ser el castillo de los Condes de Bretaña o la Isla de las Máquinas. Quizá por ello mantiene una mayor autenticidad. Muchos turistas que visitan Nantes no lo incluyen en su itinerario, lo que lo convierte en un lugar ideal para quien busque escapar de las multitudes y disfrutar de un ambiente más relajado. Sin embargo, para quienes sí lo conocen, es un rincón muy apreciado por su belleza y carácter único. Bien se puede decir que es un secreto bien guardado que vale la pena descubrir.
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