A caballo entre las provincias de Albacete y Cuenca.
La Manchuela es el territorio en el que confluyen los ríos Júcar y Cabriel, justo antes de adentrarse a la Comunidad de Valencia. Engloba tierras del sur de la provincia de Cuenca, así como otras del norte de la de Albacete. La comarca posee ciertas señas de identidad que la diferencian claramente del resto de La Mancha.
Esta comarca ha producido históricamente buenos caldos lo que llevó a sus productores a agruparse y constituir la Denominación de Origen La Manchuela. A partir de ahí se ha dado un paso más asociándose una serie de instituciones públicas y privadas para crear la Ruta de Vino La Manchuela. A la bonanza de sus vinos quieren ahora sumar el patrimonio histórico y cultural que acoge la comarca. De ese modo pretenden atraer más visitantes y ofrecerles una experiencia enogastronómica más enriquecedora.
Pequeños pueblos, iglesias con encanto o plazas acogedoras son algunos de los atractivos culturales que ofrece La Manchuela. De entre ellos hay que destacar algunos lugares por su especial relevancia. El primero es la localidad de Alcalá de Júcar, en tierras de Albacete, que forma parte, por méritos propios, de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España. Muy cerca, Jorquera, con un privilegiado enclave, también debe ser visitado.
En La Manchuela conquense hay que destacar el pequeño pueblo de Alarcón, posiblemente el más bonito de Cuenca. En su casco urbano, declarado Conjunto Hstórico Artístico, se levanta el imponente castillo convertido en un coqueto Parador de Turismo. Otro pequeño tesoro se esconde en la localidad de Iniesta, que posee un yacimiento Ibérico de gran interés arqueológico.
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