Destinos nacionales versus destinos internacionales.

REFLEXIONES DE KOFY, EL GATO VIAJERO

Son muchos quienes cuando hablan conmigo esperan en mi una férrea defensa de los destinos turísticos nacionales frente a los del exterior. Incluso a veces, sin pretenderlo, termino defendiendo esta tesitura. Pero no es ese, ni mucho menos, mi manera de pensar. Para mi cada cual debe de viajar donde le de la gana, pues esto de hacer algo porque a uno le sale de sus santas narices, en este, como en cualquier otro aspecto de la vida, es el argumento más contundente que uno puede utilizar, siempre y cuando se guarde un escrupuloso respeto por las demás personas. Así pues, quien quiera viajar, que viaje, y quien no, que se quede en casa. Allá él.Y los que quieran viajar y deseen irse a la conchinchina, que se vayan para allá. Y si se quieren ir al pueblo de al lado, pues también estupendo.


Dicho esto, y sin perder de vista la tesis planteada, quienes llevamos en la sangre ese gusanillo de la cosa de los viajes, se puede decir que lo que tenemos es un ansia por conocer y experimentar los hábitos de de vida de las personas que viven en otros lugares o que vivieron en otros tiempos. Unos hábitos de vida que están plasmados, o nos legaron, a través de las tradiciones, las fiestas, la gastronomía, la arquitectura, la religión, las respuestas dadas a la mera necesidad o el respeto por el paisaje que se encontraron y que han sabido conservar. Y todo esto, o al menos parte de ello, lo podemos encontrar en el pueblo de al lado, o en la conchinchina.

Por una mera cuestión práctica, sí creo que hay que visitar primero los destinos más próximos. Están al alcance de la mano, o de cualquier fin de semana. Y también esconden pequeñas maravillas que no son mejores ni peores. Son sencillamente diferentes. Pues ahí está la gracia de viajar, en conocer lugares diferentes. A cada uno le gustará más un lugar, lo cual es maravilloso. Lo ridículo son esas afirmaciones categóricas como que nuestro país es el mejor, o que para ver cosas bonitas hay que viajar al extranjero....

Lo que sucede es que en España, hasta no hace muchos años apenas salía nadie al extranjero, y de los que lo hacían, muchos marchaban llevados por la necesidad e iban en calidad de emigrantes. Pero en estas últimas décadas se han cambiado drásticamente los hábitos turísticos. Tal es así que ahora, quien más quien menos, realiza de vez en cuando un viaje al extranjero. Estos cambios de hábitos, que son loables, generan a veces un tipo de persona un tanto peculiar. A imagen y semejanza del nuevo rico que con unas actitudes un tanto petulantes genera rechazo allá donde va, el nuevo viajero de larga distancia que hasta ayer no había salido del pueblo, también nos genera cierta animadversión. Ante estos personajes uno se rebela, y claro, al final uno parece que dice lo que no piensa.

"...cada cual debe de viajar donde le de la gana, pues esto de hacer algo porque a uno le sale de sus santas narices, en este, como en cualquier otro aspecto de la vida, es el argumento más contundente que uno puede utilizar, siempre y cuando se guarde un escrupuloso respeto por las demás personas."

A mi, tanto como viajar, me gusta escuchar los relatos de quienes han viajado a donde yo no he estado, o habiendo estado yo en ese lugar, cuentan una visión diferente a la mía. Y además me entran ganas de salir corriendo a conocerlos. Pero a veces sucede que en estos relatos, más que contarnos sus experiencias, el narrador ofrece una ostentación viajera a todas luces insoportable. Esto, por desgracia, sucede más con quienes han ido a lugares más exóticos pese a que podrían contarnos historias más apasionantes. 

Así pues, cualquiera que tenga pasión por los viajes, estoy convencido que ni debería de plantearse si el destino al que encamina sus pasos está dentro o fuera de no sé qué fronteras. Simplemente debe de aspirar a querer conocer, vivir y sentir un lugar más de este maravilloso planeta que habitamos. Si es así, sin más, aquí estaremos nosotros para escuchar sus experiencias.