Dicen que va a durar más que la obra del Escorial.

Un monasterio que marcó tendencias.

Manasterio del Escorial.
Existe una expresión popular según la cual, cuando algo se demora en exceso, se dice de ello que va a durar más que la obra del Escorial. Pues bien, la primera vez que visite el Monasterio de San Lorenzo del Escorial y supe que habían tardado veintiún años en construirlo, no me pareció que se prolongara tanto aquella obra. Incluso hoy en día, cuando caigo por este municipio madrileño y recuerdo esa expresión, no solo no me parece excesivo el tiemplo empleado en su construcción, sino que, dada la magnitud del edificio, lo considero más bien escaso. No hay que olvidar que se levantó en el siglo XVI, cuando erigir grandes obras, como es el caso de muchas catedrales, se prolongaba durante varios siglos.


Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
El Monasterio del Escorial se comenzó a construir en 1563 por orden de Felipe II y fue finalizado en 1584. Con esta obra el monarca quiso homenajear la victoria de sus tropas sobre las francesas en la batalla de San Quintín el 10 de agosto de 1557, Como se produjo el día de San Lorenzo, fue bautizado con este nombre. Para su construcción se contrató a uno de los más prestigiosos arquitectos de la época: Juan Bautista de Toledo. Desgraciadamente este arquitecto falleció antes de ver concluido su diseño. Fue entonces Juan de Herrera quien tomó las riendas de las obras imprimiendo en ellas un sello personal.
Vista exterior de Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Frente al barroco imperante de aquellos tiempos, el Monasterio del Escorial muestra una desnudez arquitectónica en la cual se basa su belleza y sus señas de identidad. Tal es así que, no solo sentó escuela, sino que hoy en día, otras construcciones posteriores toman como referencia la obra madrileña para ensalzar su grandiosidad. Así oímos hablar del Escorial de la Mancha -Monasterio de Uclés-, el Escorial de Levante -Convento de Santo Domingo de Orihuela- o el Escorial asturiano -Monasterio de San Juan de Corias, hoy parador de turismo-.

En el Monasterio del Escorial, además de admirar la belleza arquitectónica del edificio, hay que dejarse embaucar por las obras de arte que decoran sus paredes, ya sea en forma de cuadros, ya sea en pinturas que utilizan como soporte los propios muros y techos. En este último sentido hay que hacer una mención especial de la sala de batallas y, sobre todo, de la biblioteca. A buen seguro que es una de las salas que mejor sabor de boca os dejará de la visita al interior de monasterio.
Biblioteca de Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Un capítulo aparte hay que dedicar al Panteón de Reyes en el que están enterrados los reyes de España desde el emperador Carlos V (Carlos I de España y V de Alemania) hasta la actualidad. En este punto hay que recordar que una de las razones, según cuentan los historiadores, que impulsó a Felipe II a patrocinar esta colosal obra fue construir un mausoleo para su padre acorde a la dignidad alcanzada.

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