Plaza de España de Sevilla.

Un rincón de obligada visita en la capital Andaluza.

Quizá no sea tan famosa como puedan ser la Giralda, o la torre del Oro, o el puente y el barrio de Triana, iconos más conocidos de la ciudad. Pero la Plaza de España de Sevilla es un ricón de obligada visita. Más todavía, lo considero como uno de los espacios más representativos de esa ciudad que, como decía aquella popular canción de los años noventa, tiene un color especial.


Edificio principal de la plaza de España de Sevilla.


La Plaza de España es el recuerdo más vivo de la feria iberoamericana que el nueve de mayo de 1929 se inauguró en la capital andaluza. Aunque con la exposición universal de 1992 aquel gran acontecimiento ha quedado en un segundo plano, incluso en el olvido, supuso entonces un acontecimiento de tanta o mayor relevancia. Hoy en día, pasear por la Plaza de España es la mejor forma de imaginar las dimensiones y la grandeza de aquel evento que deslumbró a propios y extraños entre los años 1929 y 1930. Un evento en el que estuvieron representados, además de muchos de los países iberoamericanos, todas las regiones españolas y otras muchas instituciones a través de magníficos pabellones.

Plaza de España de Sevilla.

La Plaza de España también es el mejor marco de entrada que tine el vecino parque de Maria Luisa, posiblemente el rincón más romántico de toda Sevilla. Además, la frondosa arboleda de este parque es un buen remedio frente a las altas temperaluras que alcanza el termómetro en todo el valle del Guadalquivir.

Vista general de la plaza de España de Sevilla.

Una de las actividades obligadas en la plaza es buscar el banco que corresponde a tu provincia. A lo largo del semicírculo que forma el plano de la plaza se construyeron una serie de bancos que representan a las todas las provincias de España. Cada uno de esos bancos se decoró con ricas y coloridas cerámicas representando algún motivo característico propio de cada una de las provincias. Luego ya sabes, a buscar y a posar para la típica foto de recuerdo y no te averguences de hacerlo. Casi todo el mundo lo hace. Además, el turismo y los viajes no existirían si no exitieran tópicos específicos de cada lugar y, en Sevilla éste es uno de los rituales turísticos.
Paseo en calesa camino de la Plaza de España.
Otro ritual que os recomiendo es llegar hasta esta plaza en una calesa tirada por caballos, sobre todo si vuestra visita a la ciudad coincide con la feria de abril. Aunque puede que peque de exageración, me atrevería a decir que las calesas a Sevilla son casi lo mismo que las góndolas a Venecia. Así pues, no te pierdas la experiencia de pasear en calesa bajo el abrasante sol andaluz.
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