Un viaje urbano por la capital de España.
Edificio Mirador
Uno de los edificios más recientes y característicos de Madrid es el edificio Mirador, una estructura de 21 plantas y 156 viviendas, propuesta por una empresa neerlandesa. Lo original de este edificio de diseño es la construcción en varios bloques independientes que, a su vez, forman un gigantesco bloque en el barrio de Sanchinarro, con una mezcla de colores grises, negros y rojos.
Cielo de Valdebebas
Con una variedad de colores similar, aunque más estilizado, se erige este todavía en proyecto edificio de 15 plantas al que se ha denominado Cielo de Valdebebas, tanto por su ubicación en esta zona de Hortaleza, próxima a donde entrena el Real Madrid, como por el hecho de constituir un auténtico mirador de toda la zona urbana de alrededor.
El arquitecto Alberto Sanjurjo y el equipo de diseñadores de interior SIarchitects han propuesto un edificio imponente pensado para ser admirado tanto por dentro como por fuera, con una instalación energética sostenible y materiales de primera calidad, en un diseño modernista rectilíneo impresionante. Si se visita Valdebebas, barrio con una proyección de gran futuro y el Cielo de Valdebebas está ya en pie, vale la pena admirar una zona de viviendas envidiable.
Vallecas 51
Bajo la filosofía también de edificio sostenible y con el color verde en dinamismo invadiendo la totalidad de la fachada, el edificio Vallecas 51 es una de las obras arquitectónicas contemporáneas más curiosas de admirar. Sus 8 plantas ubicadas en el Ensanche de Vallecas atraen a miles de turistas que, quizás muchos de ellos, no saben que su fachada es la primera que se realizó con policarbonato celular aplicada sobre estructura de aluminio, dándole así ese brillo incomparable.
Gran Vía 48
Terminamos de repasar los edificios de diseño más singulares de Madrid con Gran Vía 48, un edificio armonioso y equilibrado, fabricado en un granito característico que le da un color neutro con el que se integra perfectamente entre sus compañeros de arquitectura anexos. Lo que más llama la atención son sus líneas horizontales y verticales, con cierto desorden aparente, que parecen dar vida al edificio.
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