Ruinas de la Villa de Moya

Un pueblo abandonado por los vecinos que atrae a los turistas

Moya, pueblo abandonado de Cuenca
La Villa de Moya es una población medieval totalmente en ruinas que se encuentra situada en la provincia de Cuenca. Limita con tierras de Teruel y Valencia y está declarada como Conjunto Histórico Artístico desde 1982. Fue la cabeza del histórico Marquesado de Moya y pertenece a la comarca de la Serranía Baja de Cuenca. Estas ruinas son testigo de la gran importancia que tuvo esta ciudad durante la Edad Media.

Conocida por algunos historiadores como “Moya, llave de Reinos”, debido a su localización, ha sido objeto de disputas a lo largo de los tiempos. En su época de mayor esplendor fue cabeza del llamado Marquesado de Moya, que comprendía 36 pueblos, todos de la provincia de Cuenca. Los hallazgos arqueológicos que se han realizado muestran que algunos de los restos encontrados corresponden a la Edad de Bronce y a la Edad de Hierro.

Moya, pueblo abandonado de Cuenca

El gran esplendor de Moya se produce durante el siglo XVI y se prolongó hasta el siglo XVII, entrando en decadencia ya en el siglo XVIII. Durante la Guerra de la Independencia española sufriría numerosos ataques, pero sería tras las desamortizaciones eclesiásticas cuando comenzó su abandono. A mediados del siglo XX la villa sería totalmente abandonada y sus edificios expoliados, perdiéndose gran parte de su patrimonio.

El trazado urbano de Moya corresponde a una ciudad medieval. Poseía cinco recintos amurallados, ocho puertas, que fueron construidas en diferentes momentos históricos, siete iglesias, dos conventos, un hospital y, por supuesto, un castillo.

Moya, pueblo abandonado de Cuenca

Atravesando la Puerta de la Villa el visitante se verá transportado a la Edad Media. En la Plaza Mayor se encuentra el Ayuntamiento, que ha sido restaurado. Muy cerca se puede ver la iglesia de Santa María, el templo más antiguo, que también ha sido restaurado, conserva todavía sus funciones.

Al pasear por sus ruinas se identifican en sus calles, que estuvieron empedradas, otros lugares destacados. Estos son los restos del convento de la Concepción Franciscana del siglo XVII, que se encuentra parcialmente rehabilitado, la iglesia de la Trinidad o la iglesia de San Bartolomé, totalmente destruida.

Destaca también el cementerio, anteriormente la iglesia de San Miguel, del siglo XVII, que fue totalmente destruida. La Coracha, recinto fortificado con una doble muralla, que contiene dos torreones, también llama la atención. Por último, es necesario acercarse caminando hasta el majestuoso castillo de los Bobadilla.

Moya, pueblo abandonado de Cuenca

El castillo está protegido por una muralla con foso. Conserva los lienzos de sus murallas, la torre del homenaje, algunos torreones, el pórtico y la espadaña de la iglesia. El castillo se convirtió en un punto clave debido a la ubicación de Moya, entre Aragón y Valencia.

Hoy en día toda la villa es una triste y bella ruina por descubrir. Al visitar Moya hay que dejar volar la imaginación con nostalgia a aquella lejana y siempre misteriosa Edad Media.

Además de las ruinas de Moya, al recorrer este rincón de la provincia de Cuenca se puede aprovechar para conocer en los alrededores las Pinturas Rupestres del Villar del Humo declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO bajo el paraguas del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, el pueblo de Landete o el Pico Talayón que ofrece impresionantes vistas de la región.

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