GR-86, El Sendero Ibérico Soriano.

Una forma diferente de recorrer la provincia de Soria.

Paseando por Medinaceli.
Si deseas conocer la provincia de Soria en profundidad y sin prisas, el GR-86, también conocido como Sendero Ibérico Soriano, te ofrece una alternativa muy interesante. Puedes recorrer el camino a pie, en bicicleta o, por qué no, a caballo. En cualquiera de estas modalidades el contacto con la tierra, y las gentes que las pueblan, es máximo. Las administraciones provinciales, encabezadas por la Diputación, se han encargado de hacer realidad un proyecto en el que los empresarios locales también han puesto su grano de arena. Todo ello para que los viajeros que se adentren en esta aventura puedan disfrutar, tanto de la esencia de esta bonita tierra, como de las comodidades que ofrecen los establecimientos hosteleros.


Mapa del GR-86. Sendero Ibérico Soriano.
El Sendero Ibérico Soriano, o GR-86, tiene una longitud de casi mil kilómetros distribuidos en treinta y nueve etapas, seis derivaciones, seis variantes y un ramal. Cada uno de estos tramos tiene una longitud de entre seis y veintisiete kilómetros. Una perfecta estructura que vertebra toda la provincia de Soria y que ha sido estructurada para que el caminante encuentre algún establecimiento hostelero al final de cada jornada.

Si tenemos en cuenta que la provincia de Soria es la menos poblada de la península -apenas viven unas noventa mil personas en sus 10.306 kilómetros cuadrados- la experiencia de poder recorrerla a pie es algo mágico. Es disfrutar de la sensación de ver fluir el tiempo a un ritmo más lento. Es sentir el abrumador abrazo de la soledad en estos campos castellanos que enamoraron a poetas como Antonio Machado o Gerardo Diego. Es oír el murmullo del viento meciendo las copas de los árboles, o el correr de las aguas de sus riachuelos camino del padre Duero. Es, al final de cada jornada, acurrucarse delante de la chimenea para calentarse junto al fuego crepitante. Es, en definitiva, una experiencia plena de sensaciones con sabor profundo.
Caminando por el Cañón del Río Lobos.
Durante el recorrido el viajero puede visitar pueblos historiados, localidades que viven cierta prosperidad, y otras que, por desgracia, han sido abandonadas por sus escasos pobladores. Tampoco faltan los espacios naturales de extraordinaria belleza en los que la vegetación se muestra generosa con variada y abundante flora, u otros en los que la tierra se muestra productiva en sus amplias parcelas de cereal.

Un viaje por el Sendero Ibérico Soriano no hay que planteárselo para recorrerlo de cabo a rabo. Tampoco hay una salida única, ni una meta a la que todos deban llegar. Cada uno lo puede iniciar donde tenga  a bien y terminarlo donde sus fuerzas digan basta, o quizá sea el tiempo el que marque el fin, que bien puede ser el comienzo de otra nueva aventura.
Rincón en Molinos de Duero.
Dependiendo los tramos elegidos, los lugares a visitar serán unos u otros, pero quizá convenga conocer antes de planificar el viaje que algunos de los parajes que atraviesa son la Tierras de Ágreda, al Este de la provincia, el Parque Natural de Picos de Urbión y la Laguna Negra, las Tierras del Burgo de Osma, el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, el Monumento Natural de la Fuentona o el Espacio Natural del Sabinar de Calatañazor.

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