Monasterio de Sta. María de Huerta.

Conjunto Cisterciense fundado en el siglo XII.

Portada de Santa María de Huerta.
Al sur de la provincia de Soria, junto al límite de la frontera de Aragón, se encuentra uno de los monasterios cisterciense más imponentes que podemos encontrar por la geografía de España. Se trata del monasterio de Santa María de Huerta. Tal vez lo hayáis visto, al pie de la A2, que comunica Madrid con Barcelona, pues sus muros son perfectamente visibles desde la autopista. Mejor dicho, no solo son visibles, sino que llama poderosamente la atención esta construcción monumental levantada junto a las aguas del río Jalón. Otra cosa bien distinta es que os hayáis detenido para conocerlo más pausadamente.

Acceso al recinto de Sta. Mª de Huerta.
Este monasterio, que fue declarado monumento Nacional en el año 1882, fue fundado en el siglo XII por el Rey Alfonso VII. Para ello hizo venir a un grupo de monjes cistercienses desde Francia. No obstante, la primera piedra para la construcción del edificio fue colocada por Alfonso VIII el 20 de marzo de 1179. Con el paso de los siglos las dependencias fueron ampliándose, siendo en el siglo XVI, con los beneplácitos de Carlos I y Felipe II cuando se hicieron las mayores ampliaciones.
Maqueta y monasterio de Sta. Mª de Huerta.
Pese a los expolios a los que fue sometido tras la desamortización de Mendizábal, en la visita al monasterio todavía se pueden encontrar importantes joyas escultóricas pero, sobre todo, arquitectónicas, que resultaba más complicado robar. Lo primero que llama la atención del visitante que hasta aquí se llega, es el muro que rodea todo el complejo, cuan si de un pueblo amurallado se tratara. Atravesando la puerta principal del recinto destaca, junto a la antigua hospedería, un bello rosetón que preside la fachada principal de la iglesia. Ya en su interior cabe señalar la belleza de sus claustros, tanto el Herreriano, como el de los Caballeros. En la iglesia se puede contemplar un bello retablo barroco que se salvó de las pérdidas sufridas tras las señaladas desamortizaciones. La sala Capitular, el Refectorio de monjes, o el Comedor de los Conversos son otras tantas dependencias de obligada visita.
Monje del Monasterio de Santa María de Huerta.
El Monasterio de Santa María de Huerta es una entidad viva ya que en él vive una comunidad de monjes cistercienses. Éstos se rigen por la la espiritualidad que San Benito dejo marcadas en la Regla escrita en en siglo VI. Además está abierto al exterior, no solo para visitas turísticas, sino que también puedes participar de la vida monacal a través de los cursos de vida monástica y oración.
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