Castillo de Belalcázar.

Una fortaleza que da nombre a la población.

Castillo de Belalcázar, Córdoba
Al norte de la provincia de Córdoba, donde si andas un poco hacia el noroeste te topas con Extremadura, y si te diriges al noreste enseguida te adentras en Ciudad Real, encontramos uno de los castillos más llamativos, no solo de la provincia, sino también de toda Andalucía. Es el castillo de los Sotomayor Zúñiga, aunque todos le conocen como el castillo de Belalcázar. Cuando el viajero se dirige hacia la localidad, ya ha visto la estampa de esta fortaleza reproducida en varios impresos, pero hasta que no se enfrenta a ella, no es consciente de la envergadura y belleza de este castillo que es, con diferencia, la construcción señera de esta población cordobesa.

Sobre lo alto de un pequeño cerro situado junto al caserío, se yergue altivo este bello alcazar (bel-alcázar) que, no solo le da nombre a esta localidad, sino que además logra que todos los belalcazareños se sientan orgullosos de él, y eso que su estado muestra un deplorable abandono. Visto desde lejos, su porte es recio y magnífico, pero al acercarse a los pies de sus muros, enseguida se descubre que la ruina llama a su puertas en tanto que espera, ansioso, una restauración generosa.

Castillo de Belalcázar, Córdoba.
Sus altos muros resisten más bien que mal los envites del paso del tiempo gracias a los recios sillares de granito con los que fueron levantados. En cambio, los ventanales han sido saqueados y solo quedan huecos donde en un pasado imaginamos hubo hermosas ventanas flanqueadas por recios sillares y dinteles que hasta creemos ricamente tallados. Alguno conserva todavía para poder hacernos a la idea de cómo fueron los que faltan.

La torre del homenaje, con sus cuarenta y siete metros de altura, se muestra recia, pero también delicada con las decoraciones góticas que enriquecen los torreones circulares que la coronan. El Castillo de Belalcázar fue construido a mediados del siglo XV, cuando un gótico tardío daba paso a un la nueva estética renacentista. De ahí que los detalles constructivos que vemos en este monumento compartan argumentos de ambas corrientes.
Detalles del castillo de Belalcázar, en Córdoba.
Las imágenes del castillo más típicas se toman desde el Pilón. Desde allí, con la distancia, no se aprecian tanto sus vergüenzas ruinosas, en tanto que se nos ofrece orgullosa la torre del homenaje, de la que leemos en algún sitio que es la más alta de la península. Sea o no así, lo que no se puede discutir es que es bella, muy bella.
Panorámica del Castillo de Belalcázar desde el Pilón.
Aunque el castillo es el principal reclamo de Belalcázar, no podemos dejar de darnos un paseo por esta localidad de la comarca de Los Pedroches. La plaza de la Constitución, con la iglesia parroquial de Santiago el Mayor y el Ayuntamiento merece un alto. Las terrazas de varios bares invitan a un reposo merecido del viajero.

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