Ruta del vino de la Rioja Alavesa

Un paseo por la historia



Más allá de los tópicos asociados a la Rioja Alavesa, esta comarca ofrece tal variedad de atractivos culturales que convierten la visita a esta tierra en un esclarecedor paseo por la historia. Partiendo de los dólmenes prehistóricos, continuando por las villas medievales tan bien conservadas y concluyendo con sus vanguardistas bodegas, el viajero descubrirá en la Ruta del Vino de Rioja Alavesa un variado libro de historia.




La Ruta del Vino de Rioja Alavesa tiene como una de sus señas de identidad la pasión, autenticidad, costumbres y naturaleza desarrollada en tono al sector de la enología. Pero también puede presumir de un patrimonio rico en historia que abarca desde la época prehistórica hasta las construcciones más genuinas del siglo XXI.


La zona que hoy es Rioja Alavesa ha estado habitada desde la Antigüedad. Prueba de ello son los numerosos restos arqueológicos. El Poblado de la Hoya, en el término de Laguardia, es un yacimiento de la Edad de Bronce datado en el siglo XV antes de Cristo. Los ocho dólmenes son otros vestigios prehistóricos de este territorio. Están repartidos por los términos municipales de Laguardia, Leza, Villabuena de Álava, Elvillar y Kripán. Entre ellos destaca La Chabola de la Hechicera, en Elvillar. Se trata de una construcción megalítica que servía como panteón colectivo. Posee, según las últimas pruebas realizadas con carbono-14, una antigüedad de 4.700 años. 


De la Alta Edad Media, se conservan algunos lagares rupestres como los 12 visitables de la localidad de Labastida. Pero quizá el mayor atractivo histórico para el turista son sus villas medievales. Entre ellas destaca Laguardia. En ella sobresalen las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y Santa María de los Reyes, esta última con un magnífico pórtico policromado de estilo gótico. Recorriendo sus calles el viajero descubrirá numerosas construcciones nobiliarias como la Casa Palacio del Fabulista Samaniego o La Casa de La Primicia, del siglo XV. No debe pasarse por alto el estanque celtibérico de La Barbacana.

Aunque el protagonismo de Laguardia deja en un segundo plano a otras villas, también son muy interesantes las poblaciones de Elciego, Labastida, Salinillas de Buradón y Labraza


Pero la historia continúa en nuestros tiempos y la arquitectura, como ha hecho a los largo de la historia, también deja su impronta. Buena muestra de ello son las vanguardistas bodegas que se levantan a lo largo de las más de 13.500 hectáreas de viñedos. Muchas de estas bodegas han sabido combinar la tradición vitivinícola con las más modernas técnicas. Todo ello en las entrañas de unas edificaciones dignas del terreno sobre el que se levantan. Una mezcla de contrastes que deleitarán a los visitantes que se sumerjan en la Ruta del vino Rioja Alavesa.

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(*) Imágenes facilitadas por RVEdipres.