Una joya del arte visigodo español
Santa María de Melque está situado a 5 kilómetros del municipio toledano de San Martín de Montalbán. Está construido sobre una antigua Villa Romana y es posible que sea una de las últimas construcciones visigodas. Fue declarada Monumento Nacional en 1931 y es el conjunto monástico más antiguo de la Península Ibérica. Unido a su cercanía a Toledo y también a Madrid hacen no solo del edificio, sino también del entorno, un lugar privilegiado para, por un día, sentir que se vuelve al pasado.
El templo de Santa María de Melque fue construido sobre los restos de una antigua Villa Romana, entre los siglos XII y XIII, en las cercanías de la que entonces era la capital del reino, Toledo, y coincidiendo con el final del reino visigodo. Del monasterio solo queda la iglesia construida en sillería de granito y con planta de cruz griega que fue concebida como panteón funerario.
Este edificio visigodo sufrió modificaciones durante la época musulmana. Es entonces cuando se transformó el crucero de la iglesia en una torre defensiva. Tras la desamortización de Mendizábal el lugar fue abandonado llegando a ser utilizado como establo y pajar.
Sería en el siglo XX cuando se pudo comprender el valor real de esta joya y comenzó su restauración. Las casas labriegas y los establos aledaños se han rehabilitado y se ha instalado en ellos un Centro de Interpretación donde se puede comprender la historia y las características de este espectacular lugar.
El conjunto monástico de Santa María de Melque está formado por un recinto amurallado, las viviendas que ocuparon los monjes, varias antiguas presas y la iglesia de Melque. Su entrada es gratuita y es uno de los ejemplos mejor conservados de la cultura visigoda por lo que acercarse hasta allí es como una cita obligada para los amantes de la historia.
En los alrededores también se encuentra el castillo de Montalbán. Pero para visitarlo es necesario llamar y pedir cita ya que solo se puede acceder mediante visita guiada. Otros lugares de interés cercanos, dejando a un lado la ciudad de Toledo, son las Barrancas de Burujón, el castillo de Guadamur y el Parque Arqueológico de Carranque.
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