Estación internacional de Canfranc.

El gran sueño que se volvió a dormir.

Estación Internacional de Canfranc.
En la provincia de Huesca, anclada a los pies de las altas cumbres pirenaicas, una grandiosa construcción, de aires modernistas, a buen seguro que sorprendería a quienes hasta este lugar se acercan, si no fuera porque su imagen es archiconocida. Nos referimos a la Estación Internacional de Canfranc. Una infraestructura ferroviaria de dimensiones colosales que culminó el sueño decimonónico de comunicar por tren España y Francia. Un sueño no exento de dificultades que cayó en el olvido en 1970 tras una fatalidad de la que nunca se recuperó. Aun con todo, el edificio, pese al tiempo transcurrido, ofrece la majestuosidad de algo digno de admiración.


Pasada la mitad del siglo XIX desde este lado de los Pirineos surgió el interés de crear una conexión por ferrocarril con el país vecino. No obstante, el país galo estaba más centrado en otras conexiones internacionales. Así transcurrieron los años hasta que en 1985 se alcanza un pacto para crear una conexión ferroviaria. Pero todavía tendrían que pasar bastantes años hasta que se completaran todas las obras necesarias: creación de las vías, perforación del túnel, construcción de la estación... Tal es así que no fue hasta 1928 cuando el Rey Alfonso XIII y el presidente de la república francesa, Gaston Doumergue, inauguraron este ambicioso proyecto.
Estación Internacional de Canfranc, Huesca.
Desde que se pactó la conexión férrea hasta que se inauguró fueron numerosos los problemas que se tuvieron que lidiar, pero no fueron menos los que se encontraron una vez inaugurada la línea. Nada más comenzar a circular los trenes, comenzó la gran crisis internacional del 29. En el 31 un gran incendio se declaró en la estación destruyendo parte de sus instalaciones, en el 36 comienza la Guerra Civil española por lo que la estación de Canfranc es ocupada por los militares y el túnel es tapiado. El el mismo año en el que termina la contienda española, comienza la II Guerra Mundial...
Estación Internacional de Canfranc, Huesca.
Problemas, problemas y más problemas. Y cuando todo parece que iba por buen camino, sucede el desastre definitivo. El 27 de marzo de 1970 un tren cargado de cereales descarrila en el lado francés y destruye el puente de L'Estanguet. El puente no se reconstruyó y la línea quedó definitivamente clausurada.
Estación Internacional de Canfranc, Huesca.
Desde entonces, la Estación Internacional de Canfranc sigue mostrando su porte grandioso. pero con un futuro incierto. Para entender y contemplar mejor la historia de este edificio, nada mejor que apuntarse a una de las visitas guiadas que se organizan desde la oficina de turismo. Las dimensiones del edificio central hablan por sí solas: 241 metros de longitud, 12 metros de ancho, 150 puertas y tantas ventanas como días tiene el año. ¡Casi nada!

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