Villanueva de la Vera, una joya de la arquitectura tradicional verata.

Declarada conjunto Histórico Artístico. 

Villanueva de la Vera posee uno de los conjuntos urbanos mejor conservados de la arquitectura popular verata. Todo ello rodeado del entorno espectacular que la vertiente sur de la Sierra de Gredos ofrece con numerosos barrancos que encauzan sus aguas hacia el río Tiétar. Pero además del patrimonio arquitectónico y paisajístico, el viajero puede encontrar en este pueblo cacereño una joya etnográfica: la fiesta del Peropalo

Situada al noreste de la provincia de Cáceres, en la C-501, eje vertebral de la Comarca de la Vera, Villanueva de la Vera puede considerarse como uno de los pueblos más bonitos de Extremadura. Históricamente pertenecía a la vecina localidad de Valverde de la Vera, pero compró su independencia en 1643.


El dédalo de callejuelas que configuran la parte antigua de la localidad está repleto de construcciones típicas en las que la madera se ha convertido en un elemento constructivo fundamental. Un conjunto muy bien conservado lo que le valió para que en 1982 fuese declarada Conjunto Histórico Artístico

La plaza del Escultor Aniceto Marinas es el epicentro de la localidad. En ella ocupa un lugar privilegiado una fuente con pilón circular semejante a las que se pueden encontrar en otros pueblos vecinos. Desde la plaza parten diversas calles que, entre multitud de macetas, muestran elementos propios de la arquitectura tradicional en un ambiente con mucho tipismo. Un ambiente que los partochos, nombre con el que coloquialmente se conoce a sus vecinos, se esmeran en cuidar.


Callejeando, el viajero termina ante la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción. Se trata de un noble edificio construido a finales del siglo XVI con muros de sillar y mampostería ante el cual hay que detenerse. En el interior se puede admirar un bello retablo barroco. 

Como el resto de poblaciones de la Vera, Villanueva de la Vera también disfruta de un entorno natural extraordinario. Entre los parajes más próximos deben citarse la Cascada del Diablo y la Garganta de Gualtamuros en la que, del mismo modo que sucede en otros barrancos por los que fluye el agua fresca de la sierra de Gredos, cuenta con una piscina natural en la que refrescarse durante las cálidas jornadas del estío.


No se puede terminar este artículo dedicado a Villanueva de la Vera sin citar su evento lúdico más reconocido: el Peropalo. Para carnaval todo el pueblo se disfraza para juzgar al Peropalo, un muñeco de paja vestido de viejos ropajes. El resultado es la condena del malhechor y su quema en la plaza. Una tradición ancestral que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.

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