Para aprovechar al máximo los cuatro días.
La llegada del mes de diciembre trae consigo, además del invierno y la Navidad, un puente propiciado por las festividades de la Constitución, seis de diciembre, y la Inmaculada Concepción del día ocho. Este 2020 nos ofrece cuatro días para organizar una escapada que, seguro a nadie desagrada. En este artículo se proponen cinco destinos caracterizados por su interesante patrimonio cultural. Pueblos de interior, no muy populosos, pero con muchos atractivos, tanto en el propio núcleo urbano, como en los pueblos ubicados a su alrededor.
1.- Trujillo. La localidad de Trujillo, está ubicada al noreste de Extremadura. Posee una magnífica Plaza Mayor y, tanto en esta, como en su dédalo de calles, el viajero irá descubriendo gran cantidad de palacios de la época en la que los indianos volvían a su tierra natal tras la aventura de las Américas. La localidad está coronada por un castillo y en sus alrededores se pueden visitar lugares de gran interés como Guadalupe, el Parque Nacional de Monfragüe, Plasencia e incluso la propia capital provincial: Cáceres, que es Patrimonio de la Humanidad.
2.- Baeza. Esta ciudad Jienense comparte protagonismo con la de Úbeda. Entre ellas existe una gran rivalidad, pero también son capaces de unir intereses. De hecho, ambas han logrado de forma conjunta ser declaradas Patrimonio de la Humanidad. En Baeza, donde impartió clases Antonio Machado, hay que prestar especial atención a la Catedral, la Universidad, la Plaza del Pópulo y la fuente de Santa María. En los alrededores, además de la citada Úbeda, se puede visitar el Parque Natural de Cazorla, Segura y la Villas o la pequeña pero curiosa localidad de Iznatoraf,
3.- Burgo de Osma. Esta pequeña ciudad soriana es una de las más interesantes de toda Castilla y León, y eso que en esta comunidad autónoma hay muchos pueblos con atractivos turísticos. En ella destaca su magnífica Catedral, pero interesantes son también su Plaza Mayor, su Calle Mayor, toda ella con soportales, o los lienzos de muralla junto al río Ucero. En sus alrededores no pueden perderse el Parque Natural del Cañon del Río Lobos, el pequeño pueblo de Calatañazor ni la joya mozárabe de San Baudelio de Berlanga.
4.- Avilés. Es la más pequeña de las tres grandes ciudades de Asturias, pero no por ello es menos hermosa que Oviedo o Gijón. Incluso, por su originalidad, se podría decir que es la más interesante. Allí hay que descubrir su Plaza Mayor desde la que parten las calles con soportales tan características de la ciudad. Una parada especial merece el Centro Internacional Óscar Neimeyer, muy cerca del centro. En los alrededores de Avilés se deben visitar, además de los centros históricos de las ciudades citadas anteriormente, La Laboral, las iglesias del Prerománico de Asturiano o la colorista localidad de Cudillero.
5.- Ejea de los Caballeros. Esta localidad zaragozana es la más grande de la comarca de Las Cinco Villas formada, además de por Ejea, por Sos del Rey Católico, Uncastillo, Sádaba y Tauste. En ella hay que visitar la iglesia del Salvador, el museo Aquagraria y el museo Miguel Longán. En los alrededores merece la pena acercarse a las Bardenas Reales, ya en Navarra, y a la Laguna Bolaso, zona de esparcimiento de los ejeanos.
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